Realismo mágico en Beloved

 

A medida que leía la novela Beloved, de la autora Toni Morrison, no podía evitar que, cada vez más, se me asemejara a esos mundos mágicos que tantas veces narraron autores como García Márquez o Ernesto Sabato. Se me asemejaba, en realidad, al realismo mágico, del que tanto hemos leído y estudiado.

Toni Morrison ofrece un profundo conocimiento del ser humano, impregnado de la magia de las tradiciones y de la misma literatura. Es posible que la autora se haya refugiado o amparado en estas técnicas literarias para aludir de manera indirecta a hechos desagradables, que son casi la mayoría cuando tratamos un tema tan dramático como es la esclavitud de los seres humanos y su condena a una vida de servicio y violencia. Una muestra de esas técnicas es por ejemplo la metáfora, que ella utiliza para hablar de la espalda descarnada de la protagonista cuando esta es castigada a latigazos, quedando a un paso entre la vida y la muerte. Morrison describió la espalda de Sethe como la corteza rugosa de un bello árbol, que le dolía porque a punto estaba de florecer y sacar el fruto desde su interior.

También viajamos en la novela del presente al pasado, de ensoñaciones a ilusiones, de visiones a realidades. Incluso del mundo de los muertos al de los vivos, rompiéndose esa frontera que divide ambas dimensiones. Mezcla fantasía y realidad, encerrando entre sus páginas un salvaje dramatismo que no deja indiferente a nadie.

Lo que Morrison logra con su obra es dibujar una realidad dura y angustiosa a través de la mano mágica de la literatura. No es que suavice el tema, porque la novela al leerla duele igual. Sin embargo creo que la embellece y poetiza. Y para mi ese es el trabajo más duro y la mayor labor que otorgo a la obra, esa visión tan narrativa y poética tratando de algo tan inhumano como fue, y como es, la esclavitud.

En la entrevista que dejo adjuntada a continuación, Morrison habla de su libro como una novela que «apenas habla de esclavitud, que toca la esclavitud, pero que es más mágico y místico». Nos deja entrever esa idea que he introducido antes del realismo mágico como refugio a esa realidad indescriptible.

En la conversación se centra en especial en esa parte del libro en que Sethe tiene que matar a su hijo, para que no viva el horror del presente que ella está viviendo. Cuenta Morrison que existen hechos tan grandes que se escapan a las mismas palabras, y que eso le sucedió a ella con esta parte del libro. Pese a que si lees la novela sabes en seguida que Sethe tuvo que matar a su bebé, es un acontecimiento que está, como dice Morrison «enterrado en el libro». No lo encontrarás fácilmente descrito, incluso observarás que hasta los mismos personajes lo evitan, nadie lo menciona de manera explícita.

Porque es cierto, y Toni Morrison bien lo demuestra en Beloved, que existen cosas inenarrables, inefables, que jamás podrán ser contadas con palabras.

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